Conformismo

Hoy es de esos días en los que no puedo siquiera levantarme de la cama. Es de esos días en los que reflexiono e intento formarme una postura acerca de todo. Por qué pienso esto, por qué siento aquello, cuándo voy a cambiar si es que lo hago, y bajo qué circunstancias.

Me desorienta mi grado de conformismo, porque parece utópico. Muchas veces me digo a mí misma que todo lo que me pasa, indudablemente es lo mejor que me puede pasar. Que los motivos sobran si se trata de sonreír y mirar hacia adelante. Que buscar y buscar razones para generarse a uno mismo un bienestar sería el trabajo más costoso frente a lo poco necesario.

Pero termina el día, las dudas no se van y la incertidumbre crece. El conformismo no se digna a aparecer y mi paciencia perece. Ahí es cuando comprendo que sí quiero encontrar las razones, por mucho que me cueste. Y cumplir tantas cosas que no cumplí, y sentir tantas cosas que no sentí. Ahí es cuando por fin entiendo que no voy a conformarme.