Happiness

¡Para vos Bren! (por la petición del otro día)

Felicidad es un término muy usado. No soy de esas personas que generalmente buscan una postura anarquista y contrariar todo. Yo sé que a veces es un tanto complicado aceptar distintas opiniones, aunque sea algo sumamente necesario conviviendo en sociedad.

Yo nunca creí en la felicidad. Sí creo que hay alegría, también hay satisfacción. Creo en los momentos felices. Esos momentos reciben esa cualidad acorde a la percepción de cada uno. El momento feliz se diferencia de los demás, y desequilibra la balanza de las emociones. Uno sabe cuándo comienza y cuándo termina un momento feliz, ¿cómo? Simplemente lo sabe.

Las personas a las que nos gusta escribir solemos decir que hay palabras para todo, y en el momento de definir algo creemos que cuantas más palabras usamos, más comprensible lo hacemos. Y a veces quizás no sea tan necesario. Porque sé que mientras mi simple justificación era leída, el momento feliz ya existía en la memoria de quien lo hacía. Es como si yo hablara del color celeste e inmediatamente quien lee imaginase el cielo. Sabe que percibió dicho color porque en algún momento miró el cielo. Sabe que vivió un momento feliz, o dos, o tres. Y yo no tengo la necesidad de hablar más.

[Dormir mucho completa cualquier momento feliz.

Cuando me quedo a la noche viendo alguna serie y tengo un nesquik en mis manos.

Si en un parcial/final me tocan los temas que más estudié, no tengo dudas al clasificar dicho momento.

Si estoy bailando en el escenario…

Si voy a la parada y el micro viene al instante…

Cuando termino de escribir un párrafo, lo leo y entonces estoy segura de que no le falta ninguna palabra. Ni le sobra.

Cuando Berni está limpito y puedo alzarlo y darle besitos.

Cualquier momento que comparta con mis amigas es un momento feliz.]