21 mar 2011

MMR


(03:37 p.m.) • Isolde [ Co:

Y no tratés de entenderlo,

pq muchas veces las acciones de los

otros nos resultan incomprensibles

Generalmente, si destaco algo de una conversación, se trata de una que compartimos. Sos increíble amiga. Decís que sé manejarme con la escritura, y sin duda vos también lo hacés.

Como siempre digo, no sirve de nada la lectura sin comprensión. Una vez que leí y comprendí lo que me decías, no dejé de pensar en ello. ¿Por qué? No sé. Es como la frase de una canción que nunca se olvida, o el aviso en el diario que llama la atención.

Sé que transmitís algo cierto. Sé que no decís más que la verdad.

No sé qué se siente no tratar. ¿Sabés que conscientemente (o no) siempre lo hago? Es como una necesidad interna de ponerme en el lugar del otro, de pensar su idea, de analizar su actitud. A veces decimos ‘yo sería incapaz de hacer tal cosa’ pero poniéndonos en el lugar del otro las cosas se ven diferentes, porque influyen determinados factores o las situaciones se dan de otra forma.

Algunas acciones incomprensibles son más factibles de aceptar. Uno piensa, no comparte la postura y continúa con su vida. Pero no entenderLO me desintegra. Vos lo sabés, lo viviste y lo entendés. Ponerte en mi lugar te cuesta mucho menos que a otras personas, que piensan que para uno es fácil ir por la vida descartando a las personas como si fuesen vasitos de plástico. No me conforma pensar que la personalidad puede ser así y no supe verlo antes, o que la mentira constante nació de un ‘porque sí’. ¿Mentimos porque sí? ¿Las malas actitudes, el egoísmo, la incomprensión…todo eso surge porque sí? Creo que no hay peor sensación que estar desbordada de preguntas sabiendo que nunca van a tener respuestas.

Me dijiste que piense en mí, y no en actitudes ajenas, pero creo que también tiene que ver conmigo, con el pasado que ya pasó pero también forma parte de mí, con la necesidad de tener que cerrar un capítulo y no encontrar la manera.

Ojalá cambiar, cambiarME fuera más simple.

Te quiero muchísimo, gracias por darme la única seguridad que necesito para estar bien: saber que siempre vas a estar.



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