El tiempo me ha enseñado algunas astucias:
* Eludir los sinónimos, que tienen la desventaja de sugerir diferencias imaginarias.
* Eludir hispanismos, argentinismos, arcaísmos y neologismos.
* Preferir las palabras habituales a las palabras asombrosas.
* Intercalar en un relato rasgos circunstanciales, exigidos ahora por el lector.
* Simular pequeñas incertidumbres, ya que si la realidad es precisa la
* Narrar los hechos (esto lo aprendí en Kipling y en las sagas de Islandia) como si no los entendiera del todo.
* Recordar que las normas anteriores no son obligaciones y que el tiempo se encargará de abolirlas.
AUGUSTO MONTERROSO
El Decálogo del escritor
Primero.
Cuando tengas algo que decir, dilo; cuando no, también. Escribe siempre.
Segundo.
No escribas nunca para tus contemporáneos, ni mucho menos, como hacen tantos, para tus antepasados. Hazlo para la posteridad, en la cual sin duda serás
Tercero.
En ninguna circunstancia olvides el célebre díctum: "En literatura no hay nada escrito".
Lo que puedas decir con cien palabras dilo con cien palabras; lo que con una, con una. No emplees nunca el término medio; así, jamás escribas nada con cincuenta palabras.
Quinto.
Aunque no lo parezca, escribir es un arte; ser escritor es ser un
Sexto.
Aprovecha todas las desventajas, como el insomnio, la prisión, o la pobreza; el primero hizo a Baudelaire, la segunda a Pellico y la tercera a todos tus amigos
Séptimo.
No persigas el éxito. El éxito acabó con Cervantes, tan buen novelista hasta el Quijote. Aunque el éxito es siempre inevitable, procúrate un buen fracaso de vez en cuando para que tus amigos se entristezcan.
Octavo.
Fórmate un
Noveno.
Cree en ti, pero no tanto; duda de ti, pero no tanto. Cuando sientas duda, cree; cuando creas, duda. En esto estriba la
Décimo.
Trata de decir las cosas de manera que el lector sienta siempre que en el
Undécimo.
No olvides los sentimientos de los lectores. Por lo general es lo mejor que tienen; no como tú, que careces de ellos, pues de otro modo no intentarías meterte en este oficio.
Duodécimo.
Otra vez el lector. Entre mejor escribas más lectores tendrás; mientras les des obras cada vez más
( El autor da la opción al escritor de descartar dos de estos enunciados, y quedarse con los restantes diez. )
FRIEDRICH WILHELM NIETZSCHE
1. Lo que importa más es la vida: el estilo
2. El estilo debe ser apropiado a tu persona, en función de una persona determinada a la que quieres comunicar tu
3. Antes de tomar la pluma, hay que
4. El escritor está lejos de poseer todos los
5. La
6. Cuidado con el período. Solo tienen
7. El estilo debe mostrar que uno cree en sus
8. Cuanto más abstracta es la
9. El tacto del buen prosista en la elección de sus medios consiste en aproximarse a la poesía hasta rozarla, pero sin franquear jamás el límite que la separa.
10. No es sensato ni hábil privar al lector de sus refutaciones más fáciles; es muy sensato y muy hábil, por el contrario, dejarle el cuidado de
GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ
Advertencias de un escritor
1. Una cosa es una historia larga, y otra, una historia alargada.
2. El final de un
3. El autor recuerda más como termina un
4. Es más fácil atrapar un
5. Hay que empezar con la voluntad de que aquello que escribimos va a ser lo mejor que se ha escrito nunca, porque luego siempre queda algo de esa voluntad.
6. Cuando uno se aburre escribiendo el lector se aburre leyendo.
7. No debemos obligar al lector a leer una frase de nuevo.
HORACIO QUIROGA
Decálogo del perfecto cuentista
I
Cree en un maestro -Poe, Maupassant, Kipling, Chejov- como en Dios mismo.
II
Cree que su arte es una cima inaccesible. No sueñes en domarla. Cuando puedas hacerlo, lo conseguirás sin saberlo tu mismo.
III
Resiste cuanto puedas a la imitación, pero imita si el influjo es demasiado fuerte. Más que ninguna otra cosa, el desarrollo de la
IV
Ten fe ciega no en tu capacidad para el
V
No empieces a escribir sin saber desde la primera palabra adonde vas. En un cuento bien logrado, las tres primeras líneas tienen casi la importancia de las tres últimas.
VI
Si quieres
VII
No adjetives sin necesidad. Inútiles serán cuantas colas de color adhieras a un sustantivo débil. Si hallas el que es preciso, el solo tendrá un color incomparable. Pero hay que hallarlo.
VIII
Toma a tus
IX
No escribas bajo el imperio de la emoción. Dejala
X
No pienses en tus amigos al escribir, ni en la impresión que hará tu
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