18 may 2010

Write

Muchos creen que escribir implica proponérselo. ‘Hoy escribo’. Abro un documento de Word, acciono un movimiento de falanges y comienzo a volcar palabras. Pero no hay nada más lejano a eso. Escribir es la consecuencia de la existencia de palabras, y no la causa. Porque están las palabras, uno escribe. Muchas veces me levanto de la cama y me encuentro con una revolución de ideas. Maldigo no tener la mente en blanco por la mañana, al menos hasta la hora del desayuno, donde claramente tendría que prender un fósforo y embocarle a la hornalla (sí, a las 8 am eso es pensar). Si uno sabe claramente cuál es la idea que domina, no hay trabas. No las hay. Porque las otras ideas pasan a estar subordinadas, y las palabras brotan incesantemente.
Cuando uno escribe no mide en volumen, mide en intensidad. No cuenta las oraciones, analiza su cabeza.
Jamás se espera que quien lea sienta lo mismo, o piense de igual forma. Pero sí que entienda el mensaje que se intenta transmitir. Que no lea palabras vacías. Que su pensamiento se detenga en cada punto y aparte. Un cuento que no te hace pensar es como la lluvia. Moja a todos de la misma forma. A todos nos gusta la misma parte, odiamos al mismo personaje e imaginamos el mismo final. Si eso no es aburrido, ¿entonces qué?
Creo que demás está decir que cuando uno escribe algo (dícese canción, cuento, poema) pasa a tener la propiedad de dicha creación. Así como Sábato con cada uno de sus libros, aunque pueda visualizar “El túnel” en mi biblioteca. Lo tengo en mi posesión porque existen las editoriales y la compraventa, pero no es de nadie más que de él. Porque si él no hubiese llamado a su imaginación ni la hubiese conectado con el papel, hoy ese rincón de mi biblioteca estaría vacío. Lo mismo con JKR (no podía ignorarte, sabés lo que siento dentro mío cuando te nombro) y con cada poeta o compositor que nos guste, y que no también. Porque expliqué esto ahora puedo contar lo que sigue. Hace aproximadamente tres años, cuando publicaron algo que era MÍO (sí, creo que dándole mayúscula puedo incorporarle un mayor grado de posesión) sentí mucho enojo. Fue como encontrarme una figurita, ir al álbum y darme cuenta de que no era más que una figurita repetida. Es extraño, pero fue algo así. Claro que no olvidé considerar que si alguien hacía uso de eso, es porque le había dado valor. Pero hubiese estado genial un mini pedido de permiso, y eso capaz hubiese evitado los sentimientos descriptos con anterioridad. No soy rencorosa, simplemente se me vino a la cabeza, y quería vaciar ese espacio para depositar otras cosas. Gracias Word por permitírmelo y gracias falanges por su vital intervención en el proceso productivo. Juro que si no fueran tan míos, les pagaría un sueldo.

18-05-10
(Plantilla fea que no me pone la fecha ñañañaña)

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