“El condimento secreto de una receta busca alejar a la misma de la banalidad, para lucir mejor frente a cualquiera de los cinco sentidos.”
Nos llenan los oídos con cursilerías y puros cuentos cuando buscan alcanzar nuestro corazón. ¿Qué es certero y qué no? ¿Qué porción rechaza nuestro uso de razón pero acepta nuestro corazón? Creo que no nos ponemos a pensar que llegar al corazón de alguien no es trabajo sencillo (hacer una receta deliciosa tampoco) Y aunque sepamos de memoria tantos cuentos como sea posible, no dejamos de rescatar lo tierno (apetecible) del asunto. Es que hay algo más, algo que no se deja descubrir (cual el condimento secreto, ¿por qué no?). Eso que rompe los límites de la racionalidad, alborota nuestro interior y se roba nuestra cordura. Eso que formula preguntas sin respuestas, que no se traduce a palabras, ni se esconde en suspiros. Eso que no hace más que aumentar la inseguridad, eso para lo que soy tan vulnerable.
Creo que nunca dudé tanto al titular un texto, así que simplemente recurrí a mi mensaje personal.
2 comentarios:
YO
ser vulnerable, no esta mal. lo que pasa que cuando del otro lado hay un otro dispuesto a aprovecharse de nuestras zonas vulnerables, probablemente uno termina preguntandose
quien me mando quererte, pero bueno, cómo saberlo, no?
te sigo, desde: que parezca un accidente, besos!
c.
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