Creo que debí haber confiado un poquito más en mí, siempre dudé cuando le dije adiós. Una y mil veces supe que no lo tenía, y aún así era todo. Le creía ciegamente, y al segundo me arrepentía. Si fue un error, nunca voy a saberlo. ¿Aprendí? Muchísimo.
Todo vuelve, se demostró, y sí que es hiriente la indiferencia eh! No gané una batalla, gané la guerra, estoy radiante.
El amor ya no merece ocupar ni medio renglón acá, es tan humillante que espantaría a cualquiera que entrase.
Me está asesinando a sangre fría la impaciencia, si no tengo la fecha de mi operación múltiple en este preciso momento, no sé de lo que soy capaz.
3 comentarios:
la indiferencia, ese arma de doble filo que, por lo menos a mí, me llegó a jugar en contra cuando la quise aplicar. por eso no juego con esa idea a la hora de inquietar a las personas
beso, lindo blog -
Una es capaz de cualquier cosa que se proponga!
Lo único es que te das cuenta realmente de esto, cuando lo ves realizado jejeje...
Asi que "menos charla y más acción"
Y disfruta de las cosas que hagas... Hace lo que quieras por que lo sentís... No porque te parece que bla bla blá!...
Lo único... Mantenemos al tanto!!! jeje
Y como seguira? Mas vale tarde que nunca no?. saludos
y sos igual a valentina bassi, bueno al menos la mitad de tu cara es parecida. je.
saludos carolaina.
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