sinfín de complicaciones

¿Elegí ocupar este lugar en la vida de los demás? Día a día me replanteo el por qué de mis palabras, el por qué de mis actos y ahora estoy envuelta en un sinfín de complicaciones.
¿Seré una terrible masoquista? ¿Disfrutaré el verdadero placer de sufrir? No puedo culpar sólo a mis pensamientos, porque mis sentimientos influyen de una forma irreparable. ¿Quiero esto para mí? No, definitivamente esa es la respuesta. Por consiguiente, ¿qué es realmente lo que quiero? ¿Cómo lo consigo? Sumo falta de optimismo, sumo inseguridad, sumo impaciencia. Sumo, sumo, sumo, pero más que sumar, no hago otra cosa que restar. Una y otra vez vuelvo a acomplejarme con actitudes y puntos de vista que tienden a encerrarme más. Quiero, por sobre todo, hallar la paz conmigo misma y en el momento en que lo haga, me voy a ver apta para continuar, o al menos, tolerar.
Sí, vuelvo al principio. Hice de personas que me importaban la razón de mis alegrías, el motivo de mis sonrisas, el cultivo de una esperanza. Una única esperanza, por más inapropiada que sea. El hecho de saber que nunca fue apreciado, me provoca un terrible dolor de cabeza, y de corazón por qué no.
Para concluír, hoy es el día de la novia, mirá qué lindo, a qué hora pasa el tren che? Digo, para tirarme abajo.