Escribir sobre lo inalcanzable suele ser un tanto penoso, ¿pero qué hacer si es lo que resulta estar todo el tiempo en mi cabeza? Mis palabras hablan por sí mismas, ¿y cómo explicarles que es así, que no hay vuelta atrás, que lo que está lejos...lejos está? Ellas también hablan de amor, ellas también guardan esperanzas. Está fuera de mi alcance lo que me llena, purifica y termina por completo con mi temor al existir. Es lo perfecto que no aburre, lo simple que deslumbra, lo exacto que confunde. Es realidad, existe, y hay que dejarlo pasar. Voy a procurar llenarme de a poquito con las cosas buenas que me da la vida, pero mis ideales no van a cambiar.
1 comentario:
Un segundo encuentro con lo mismo es volver a ver matices iguales y descubrir muchos otros nuevos. Me gustó la sensación.
Espero que puedas captar el mensaje.
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