Quieeeero…quiero dejar de hacer las cosas mal. Se sabe por teoría y por práctica que la vida no es justa pero quiero lograr que eso no me afecte, aunque sea casi imposible. Cada día que pasa me quiero menos, y ya no confío en mí. De diez cosas que hago o digo, me arrepiento de nueve. Si quiero reír lloro, si quiero estudiar me duermo, si quiero escribir ni siquiera me salen las palabras. Cada vez tolero menos las campañas políticas, la gente que llega a docente siendo terriblemente ignorante (en tantos sentidos), la gente que prefiere la ebriedad a la sobriedad, los narcisistas, los que no se deciden por lo que quieren sin importar que estén tratando con personas y a su vez jugando con sus sentimientos. Odio sentir cosas que no debo y tener pensamientos que no quiero. También odio la idea de tener que acostumbrarme a esto, porque es así, porque me tocó, y tener que repetirme segundo a segundo 'no puede cambiarse'. No sé si la vida es una sola, no sé si se hizo para mí, pero no queda más que seguir. Por ahí esto que voy a decir sonará como muy de otro tema, o parecerá que me voy por las ramas pero creo que todo esta relacionado...enfin, cuando uno hace las cosas, por lo general cuando se trata de hacer algo por alguien más, debe hacerlo porque le nace, por decir de alguna forma y no porque esté siendo obligado o por querer esperar algo a cambio. Y bueno, seguramente de eso estamos de acuerdo. Pero lo que quizás es cansador es hacer cientos de cosas y que no sean valoradas. De una u otra forma genera una especie de decepción, pero como dije anteriormente 'uno puede hacerse respetar, pero no valorar' y y y y ? qué debe hacer? cargar con eso. Muchos dicen..'tarde, pero va a llegar' y bueno, quizás sea cierto, pero tampoco hay que dejarse pisar, todo menos el amor tiene una medida, por lo menos eso creo. Me gusta imaginar por momentos que mi vida es distinta, que lucho por lo que quiero y lo consigo, que respiro aire positivo, que confío en mí. Y sé que no es así, y sé que no va a ser así, pero la imaginación tiene muchos roles, y éste es uno de ellos. Y sé que no se puede vivir de imaginar, al igual que no se vive sólo de respirar, porque ésta es mi vida, y es real. Y no quiero perderme de vivir las partes buenas de esta realidad (sean pequeñas o grandes) por quedarme soñando en que las vivo. Así como tampoco quiero terminar de escribir y mañana olvidarme de todo esto. No puedo evitar dejar de archivar esos buenos momentos (únicos) y apoyarme en ellos para seguir. No sé si hay o no, pero no encuentro otra manera. Quisiera que no fuese así, y que mi realidad superase a mis sueños, y a mis recuerdos. No sé cómo se hace, ni cuándo, ni dónde. Dieciseis años, nueve meses y ocho días y creo que todavía no aprendí nada, ¿o todo lo que sé ya es suficiente? ¿Ya conozco los límites? No hay nada que hoy en día no ponga en duda, y ésta no es la excepción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario