22 ene 2012

Así

Cuando alguien me pregunta si alguna vez voy a cocinarle, me río.

Hace mucho que no veía una película tan buena como Donnie Darko. No puedo dejar de recomendarla.

Nunca esperes ningún saludo en particular el día de tu cumpleaños, porque ¿sabés qué? No llega.

Dos de mis tres deseos son siempre los mismos, y generalmente no se cumplen, por lo cual este año los pedí con intereses.

Amor es terminar un libro y quedarte cuarenta y cinco minutos pensando cada situación, confirmando hipótesis y reflexionando si pensaba lo que en verdad debía pensar cuando leía, y salir corriendo a suplicarle a alguien que lo lea por sentir viva esa necesidad de comentarlo con alguien más que con el espejo. Eso es amor, ¿lo demás? Boludeces.

El cambio hormonal nos pone sensibles, no pelotudas EH. Nada, te avisaba Florencia.

Tengo sueños reiterados y estoy odiando eso con suma intensidad. Quiero cita con Freud.

Tal vez me falle la memoria, pero a veces no sé dónde dejo el orgullo.

Comprobadísimo: los hombres son CHUSMAS.

Entre mis pocos éxitos, dejé de esperar. Al principio es un vacío insoportable, es no tener un rumbo fijo. Es asumir que tenés un presente, pero nada más. Con el tiempo te cambia, incluso con deslices y recaídas, una parte de vos deja de ser la misma.

Creo que ya lo dije, pero si pudiera mudarme muy lejos, lo haría. La monotonía de mi vida se termina con un cambio radical, no con decisiones rutinarias.

Quisiera creer que todo está en mi mente, como dicen. A veces la exprimo hasta el hartazgo y te juro que no saco nada.

Nunca dejé que una crítica negativa influyera en el grado de admiración que siento por determinadas personas.

No quiero morirme en un geriátrico y mucho menos en un hospital. Quiero morirme así, escribiendo.

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