Una vida entera puede pasarme por encima, incluso no habiendo encontrado lo que, en ciertas etapas de la misma, de cierta forma busqué. Idealicé, idealicé muchísimo. Se permite soñar, pensaba, ¿por qué no idealizar? Por una vez me sentí segura, completamente segura de lo que quería para mí. Las personas que me entienden y entendieron, las cuento con los dedos de una mano. Somos humanos, y parece, reacios a entender que la gente piensa diferente, y no por eso está equivocada. Pero bueno, cuestiones apartes. Idealizando y todo, jamás creí en la persona ideal. Contradictorio, no lo niego, pero confío y creo en que aspectos, momentos e inevitables sentimientos pueden cambiarlo todo. En absoluto. Cuando veo una pareja de ancianos hacer las compras, siento una increíble necesidad de seguir creyendo.
En cientos de ocasiones trato de convencerme de que soy feliz, necesitando menos que lo esperado, siendo esa persona rara que elige siempre la opción que los demás descartan. Y en un giro de 360º, quiero cambiar mi vida como cualquier decisión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario