esperar

Hoy que estoy casi por tocar fondo, puedo apreciar que antes, las cosas no iban tan mal como parecía. Por lo menos podía sostenerme en que algo salía bien, algo estimaba a progreso.
Apenas puedo escribir (podrá comprobarse) y temo ser cansadora, pero es el mejor espacio para dejarme ser, el mejor sin lugar a dudas.
A pesar de estar envuelta en fracasos, siempre fui de proponerme cosas. Luego de haberlo hecho, encontré más obstáculos de los imaginados (y algunos me los inventé por propia prevención). En cada experiencia puse a prueba lo que sentía, y lo que sentía ahora me pone a prueba a mí: hacer de este vacío una rutina, o decidirme a cambiar.
Los nervios también ocupan parte de la patología; la presentación de baile en el Coliseo (“Vida”, cómo te extraño) y los exámenes previos a las vacaciones me atormentan a cada segundo. Prefiero no decir más que voy a continuar, ya que siempre lo hago y todo desemboca en un caos, sólo me limito a esperar.